Desde chiquita siempre he sido muy tímida e introvertida. Mucha gente siempre ha criticado esto de mí y me han intentado cambiar como si esto fuera un defecto. Me ha costado trabajo, pero con los años yo misma me he dado cuenta de que realmente es una fortaleza y me hubiera gustado que desde niña me dijeran que no era algo malo y que me aceptaran como soy. Por eso consideré importante contar esta historia, con la esperanza de que alguna otra niña tímida lo vea, se sienta identificada y vea lo especial que es.